Este hombre que era de imponentes cabellos canos y mirada fija, nace
en Antofagasta un 10 de Enero de 1937, el 03 de Julio del año
1957 y con sólo 20 años de edad, ingresa a formar las
filas del Cuerpo de Bomberos de Antofagasta y de la Primera Compañía
de Bomberos Bomba Antofagasta.
Conocidos por sus camaradas como el care guapo por su carácter
tan particular. Estuvo ligado a la Institución por 49 años
y 7 meses, jamás se retiró de su querida pasión
y estuvo en ella hasta el día de su muerte.
De corazón noble como ninguno, pero sin duda de una gallardía
que sólo él tenía, a sus 70 años era normal
verlo rescatando a personas en accidentes o pitoneando en incendios
como sólo a él estos 49 años le enseñaron.
En sus años bomberiles ocupó los cargos de Ayudante de
Cía., Teniente, Tesorero, Capitán Honorario y Director,
elegido para el periodo 2007 nuevamente con el cargo de Director, ansiosamente
esperaba este nuevo año, para cumplir con muchas metas y proyectos
que se había propuesto para su Compañía, fueron
muchos los buenos momentos que le dio su bomba uno de ellos fue conocer
a su mujer, también Bombera, la que lo acompañaría
hasta el día de su muerte.
Fue entonces que hace 4 años atrás nació de esta
unión Laurita, que sin duda fue el gran amor de su vida, amor
que demostraba por su hija cada vez que se les veía juntos y
amor que demostró, estando en coma, cuando se le puso en su oído
una grabación de ella, en donde le decía papito
vuelve pronto que te extraño, fue entonces que desde su
lecho de muerte, brotaba una lagrima de dolor desde sus ojos dormidos.
Con gran anhelo esperaba el 30 de junio, Día del Bombero Voluntario,
donde se le entregaría su esperada y merecida medalla por 50
años al servicio bomberil y pasaría a ser Voluntario Insigne
de los Cuerpos de Bomberos de Chile, anhelo que fue truncado el 31 de
enero de este mismo año.
Siendo las 15:26 p.m. del día Miércoles 31 de Enero del
año en curso, don Manuel se encontraba en su casa junto a su
mujer, cuando escucha el llamado de la sirena, sin pensarlo dos veces
se levanta raudo y comienza a ponerse su equipo, se da cuenta de que
el incendio que amenazaba se encontraba cerca de su casa. Junto a su
mujer emprende el viaje, viaje que nunca lo traería de vuelta.
Presuroso para cumplir con su Juramento, llega al incendio y comienza
la batalla, mientras trabajaba dentro de la vivienda con sus Camaradas
para ganarle al enemigo, sale en busca de unas herramientas, sin darse
cuenta que afuera había caído un cable de alta tensión
producto del fuego, cable que amenazaba a cualquiera que se interpusiera
en su camino, lamentablemente para don Manuel el cable lo alcanzó
a él, tirándolo inmediatamente al suelo.
Aturdidos por lo que estaba pasando, sus compañeros corrieron
a ayudarlo, pero fue imposible, este cable extinguía lentamente
la vida de este longevo Voluntario.
Inmediatamente se solicito la ambulancia del Servicio de Atención
Médica de Urgencia (Samu), fue reanimado y trasladado con una
escolta policial hasta el Hospital Regional, lugar donde permaneció
internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (U.C.I), hasta el día
de su muerte.
A partir del accidente comenzó su penosa lucha por sobrevivir,
lucha que también comenzaron sus familiares, amigos, camaradas
y toda la Institución bomberil, ellos estuvieron en una vigilia,
la que tuvo lugar a fuera de Hospital los 37 días de agonía.
El no quería irse, él tenía mucho que entregar
todavía, a pesar de la amputación de sus piernas, lo que
nunca supo ya que se encontraba en coma, lucho día a día
por ganarle a la muerte, pero su destino ya estaba escrito
él
estaba destinado a ser el nuevo Mártir del Cuerpo de Bomberos
de Antofagasta y ser recordado para siempre como el hombre que luchó
día a día como un verdadero guerrero acudiendo a 3.277
llamados de la sirena, ese hombre que un día juro Dar la vida
si fuere necesario.
El Jueves 8 de Marzo a las 16:55 hrs., tras 37 días de agonía
terminaban los esfuerzos de los médicos por salvarle la vida
al Voluntario de Primera Compañía y del Cuerpo de Bomberos
de Antofagasta, Manuel Olivera muere al sobrevenirle un paro cardio-respiratorio
que acabaría con la existencia de este hombre ejemplar y valeroso.
De una larga trayectoria bomberil, es así como don Manuel
Olivera Jorquera se convierte en un nuevo Mártir del Cuerpo
de Bomberos de Antofagasta.
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