Don Juan de Dios Avendaño Jara ingresa el día 09 de Julio de 1967 a la Cuarta Compañía de Bomberos de Talca. A la fecha del fatídico accidente se encontraba comprometido y con una hija en camino la que no alcanzó a conocer. Llegó a la Compañía por medio de su compañero de labores en la fábrica de cueros Yarza en Talca, el entonces Bombero Activo don Edecio Vargas Urrutia.

Fue al escuchar la sirena que partió en su moto “Gilera” al cuartel para alcanzar el carro que acudía a un siniestro al fundo Bella Unión pasado San Clemente; pero cuando él llegó al cuartel este iba entre las calles 14 y 15 oriente con 1 sur.

Es por esto que salió raudamente por calle 1 sur y tomó la 15 oriente. Al llegar a la 4 sur no se percata de la presencia de su compañero Guillermo Gaete Escalona y pasa de largo. (Esto se supo por el relato del ya fallecido Oficial General cuando llegaron a buscar el cuerpo del extinto bombero)

Llegando al cruce Varoli de la ciudad de Talca, Juan Avendaño colisiona de frente con un camión que maniobraba en ese sector, perdiendo la vida de forma instantánea, saliendo eyectado de la moto, quedando desintegrado. Sus vestimentas fueron encontradas a metros del accidente producto del fuerte impacto.

Conocida la noticia se ordena al carro de la Primera Compañía (que también iba al incendio) devolverse porque ya no era necesaria la presencia de Bomberos en el lugar y porque metros antes había un bombero accidentado que al parecer se encontraba fallecido. El personal de la Cuarta Compañía y de las Cuatro Compañías existentes en la época, concurrieron a tomar conocimiento de lo ocurrido.

Entregamos al cielo al segundo mártir del Cuerpo de Bomberos de Talca. El cuerpo de Juan Avendaño Jara fue trasladado a la morgue ubicada en el cementerio municipal, acompañado de sus cofrades cuartinos, de su madre, hermanos y familiares.

Momentos de mucho dolor que son indescriptibles fueron los vividos en ese instante. Sus restos fueron velados en el cuartel de la Bomba Oriente y su funeral fue el día 19 de Marzo acompañado por el pleno de la Institución talquina y por Cuerpos de Bomberos Hermanos.

Hoy, el traje y la motocicleta que lo acompañaron a la inmortalidad, cuentan con un lugar especial en el Cuartel de su Compañía. Cada Bombero que ingresa a servir a la Bomba Oriente, aprende el mensaje de esas reliquias, “entregó su vida por ayudar al prójimo”.

Hoy su nombre permanece estampado en sencillo homenaje en uno de los carros de su compañía, y desde aquel triste día de su supremo sacrificio, su nombre también permanece grabado en los corazones de todos los Bomberos de Talca.