Esta tranquila población, de pronto es atacada
por una tragedia sin precedente. En el año 1880, estalló
el incendio el Molino San Pedro, ubicado en el sector sur de la ciudad
y se consumen todas las reservas de trigo que se guardaba en esa época,
siendo uno de los siniestros de importancia.
Las autoridades y vecinos empezaron a ver como una imperiosa necesidad
crear, al igual que en otras ciudades, una agrupación de bomberos
voluntarios.
Después de varias reuniones, el Gobernador de la época,
don. Alejandro Morán Castellón, un distinguido ciudadano
español que ejercía el cargo de Gobernador, citó
a su despacho a un grupo de prominentes vecinos, dando vida el día
12 de Febrero del año 1882, a la Primera Compañía
de Bomberos de Rancagua.
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