Su fundación data del 29 de Septiembre
de 1936, por lo tanto es un período propicio, para que antiguos
personeros sumidos en los efectos de la reminiscencia hagan un recuento
de los primeros tropiezos, como así mismo de los logros obtenidos
en este significativo periodo de esfuerzo y madurez institucional.
Si hubiera que hacer un análisis retrospectivo sobre la historia
bomberil en nuestro medio, debemos ir un tanto mas allá de los
66 años en referencia ya que estas actividades se iniciaron 7
años antes, con la fundación de la Primera Compañía,
el 2 de Agosto de 1929, y posteriormente la fundación de la Segunda
Compañía el 25 de Abril de 1935.
La época precedente de la fundación del Cuerpo, fue ardua
y llena de dificultades, inicio de Cero y además
debió enfrentarse a las adversidades y apatías de un destino
incierto. Dicen que en ese entonces, se repetía con frecuencia,
el antiguo afuerismo de: Donde existen bomberos, proliferan los
incendios.
Menos mal que su ajetreo inicial, un tanto pintoresco de sus implementos
rudimentarios, como: improvisadas escalas, cuerdas, baldes y otros elementos
de original adaptación, sirvieron para que los escépticos
habitantes de la comarca se fueran interesando en sus primeros actos
del servicio; en sus presentaciones publicas, primeros ejercicios, para
posteriormente decidir su apoyo a ese proceso de innovación y
progreso, que se hicieran presente en forma paulatina.
Este periodo pre fundación del Cuerpo, fue equidistante
y difícil porque originaba una competencia interna en los servicios,
homologando ese juego infantil del yo lo vi primero, que
les hacia competir desordenadamente con sus primitivos elementos.
La Primera Cía., después
de haber asentado sus bártulos en diferentes domicilios del sector
central de la comuna, como: una casa en calle Santo Domingo frente al
estadio Tocornal, en el segundo piso del Teatro Palermo y otros; gracias
a una consistente como valiosa gestión, del recordado Director
Don Carlos Sotomayor Orrego,
el año 1935, se adquirió la antigua Casona, donde hasta
el día de hoy mantiene su cuartel, en la cantidad de $ 45.000.-pesos
de aquel entonces, cancelados en parcialidades. Además contaba
con la maquina MAN adquirida en el año 1931, ofrecida
por el Cuerpo de Bomberos de Santiago y que por mera coincidencia tuvieron
un valor similar. Esta máquina era de gran envergadura, por su
potencia, dimensiones y su gran tonelaje. Las calles del pueblo en esos
años eran de tierra, con sendas corridas de grandes acacias en
su contorno y unas acequias de torrente permanente.
Por lo tanto en las bocacalles como en los sectores intermedios, existían
unos puentes en madera semi-labrada calculadas para el peso de carretas
y carretones que eran los vehículos habituales.
Cuando llego al pueblo la maquina MAN y que fuera recibida
con mucha pompa por los nobles bomberos, como por los habitantes de
la comarca, las autoridades vieron con preocupación, que después
de un siniestro, tenían que renovar o reforzar todos los puentes
rústicos, por donde pasaba esta preciada maquina. La Segunda
Compañía., recién había obtenido en comodato,
el terreno donde se levanto su cuartel, que pertenecía primitivamente
al Ferrocarril Llano del Maipo. Además se estaba
adaptando el lujoso auto Cadillac, obtenidos por gestiones
realizadas por el Intendente de Santiago Don Julio
Bustamante Pinto, padre del Director de la Segunda Compañía.,
entre uno de los vehículos que se mantenía en calidad
de baja en la Presidencia de la República. Era un
auto lujoso, que había transportado a varios Presidentes de Chile,
en el primer cuarto del siglo recién pasado. Quedó convertido
en un cerro liviano, veloz y muy bien adaptado. Como decíamos
anteriormente, cada una de estas conquistas, servían a su vez
para atizar las diferencias en los encuentros del servicio ya que estas
dos unidades, actuaban independiente originando pequeños roces,
que si bien es cierto sin consecuencias, no concordaban con el esfuerzo
y buen propósito del servicio que se perseguía.
Estas circunstancias hicieron posible
o indispensable, el encuentro de los dos Directores, Don Carlos
Sotomayor Orrego, de la Primera Cía., y
Julio Bustamante Pinto , padre del Director de la Segunda
Compañía., entre uno de los vehícu de la Segunda
Cía., con el buen propósito de formar un organismo rector,
que regulara el servicio técnico y unificara el movimiento administrativo
de la función bomberil, que por cierto obedecía a un propósito
común. Fue así, como de esta conversación inicial,
se acordó recurrir a un antiguo Voluntario del Cuerpo de Bomberos
de Santiago y a su vez hacendado de esta comuna Don Rafael
Bascuñan Pinto, para que les guiara en la organización
de un organismo superior.
Por lo tanto, el día 29 de Septiembre de 1936, en el Fundo Esperanza
de Don Rafael, se reunieron ambos Directores además del Capitán
de la Primera Compañía., Don Luis
Vasquez Castillo y el personero de la Segunda Compañía.,
Don Humberto Pizarro Rodriguez,
se echara las bases del Cuerpo de Bomberos Puente Alto, para cuyo objeto
se designo la siguiente Oficialidad General: · Superintendente
: Don Rafael Bascuñan Pinto · Comandante : Don Luis
Vásquez Castillo · Secretario Gral. : Don
Humberto Pizarro Rodríguez.
En la reunión siguiente se designo como
Tesorero General., al Voluntario de la Segunda Compañía.,
Don Ángel carrasco Muñoz y que junto a los dos Directores
de Compañía., Don Carlos Sotomayor
Orrego por la Primera Compañía., y Don
Julio Bustamante Pinto por
la Segunda Compañía., pasaron a integrar el Directorio
Genera. del Cuerpo de Bomberos Puente Alto. Tanto este Directorio General
como las dos Compañías, de base, iniciaron una labor de
conjunto, que no se puede desconocer, han sido de eficiencia y progresos
indiscutibles. Este organismo rector se preocupó del funcionamiento
técnico y administrativo de ambas Compañías, como
así mismo, de obtener los elementos más indispensables,
para un normal funcionamiento, que por cierto es costoso.
Cada Compañía., prosiguió con sus antiguas campañas
económicas, como: Rodeos, Carreras a la Chilena, Veladas Artísticas
y posteriormente las recordadas Fiestas Primaverales, que las dos Compañías.,
organizaban alternadamente cada año. El producto de estos espectáculos
le permitía solventar los insumos habituales, que se hacían
difíciles de sobrellevar
Además las Cías., debían preocuparse de adquirir
sus propios carros. En esos tiempos aun no existían organismos
nacionales que rigieran las necesidades de los Cuerpos, como así
mismo reglas nacionales. No existía por cierto la Junta
Nacional de Cuerpos de Bomberos de Chile , creada en el año
1970, que despliega una función tan esencial y que para nuestro
Cuerpo en particular, ha sido tan beneficiosa y efectiva, sobre todo
en la renovación y modernización del Material Mayor.
Por muchos años y en sucesivos Directorios, se proyecto la posibilidad
de contar con una sede independiente, para prescindir así de
favoritismos o torcidas interpretaciones. Después de muchos afanes
y un sin número de posibilidades, como la que se obtuvo de la
Ilustre Municipalidad, que nos cedía un sitio eriazo en calle
Sargento Menadier (Población Esperanza), donde hoy existe una
Escuela Primaria que posteriormente no se acepto, por las condiciones
de un comodato precario, que no concordaba con los propósitos
del Directorio, que quería contar con un cuartel sólido
y definitivo. Posteriormente bajo la Superintendencia de Don Luis
Vasquez Castillo y cuando los terrenos del solar de la
Estación del Ferrocarril Llano del Maipo, habían
sido adquiridos por la C.M.P.C. se gestiono la cesión
en comodato del terreno adyacente al Cuartel de la Segunda Compañía.,
donde hoy se levanta nuestro Cuartel General. Una vez obtenida la legitimidad
de este Comodato, el año 1958, se inicio la construcción
del Cuartel General con un avance muy lento, ya que para este propósito
no se contaba con otro financiamiento, que no fueran los recursos ordinarios.
Esa construcción lenta y espaciada demoro 24 años, ya
que solo el año 1982 se puede decir que el edificio estuvo totalmente
terminado y habilitadas sus dependencias. Claro que posteriormente el
terremoto del mes de Marzo de 1985, lesionó considerablemente
el nuevo Cuartel, obligándonos nuevamente a una reparación
de un costo considerable.
En la dirección de este organismo
rector en 66 años, han pasado muchos personeros o mejor dicho
personalidades. 17 Voluntarios han ocupado el cargo de Superintendente,
de los cuales 13 han fallecido. Muchos han sobresalido por su entrega,
responsabilidad en el cargo. No se puede olvidar por ejemplo la personalidad
de Don Rafael Bascuñan Pinto ,
hombre experimentado en estas lides y además fue el que dio el
puntapié inicial El Dr. Eduardo
Cordero Baños quien además de Superintendente
por 5 años, se desempeñaba como cirujano y concurría
a todos los llamados por si se precisaba de su conocimiento profesional.
Don Ángel Carrasco Muñoz
personero de mucha dedicación, quien al margen de sus obligaciones
del cargo de Superintendente por 5 años, tramitó y obtuvo
del Ministerio de Justicia, la Personalidad Jurídica de la Institución;
y así muchos otros que desempeñaron este cargo en forma
meritoria y que sería largo enumerar. En el cargo de Comandante,
han pasado 13 personeros de los cuales 8 han fallecido. Merecen una
mención especial: Don Luis Vasquez
Castillo quien se desempeñó consecutivamente
los primeros 10 años desde su fundación.
Fue un hombre muy respetado por su personalidad y conocimiento. Don
Carlos Passalacqua Razeto,
hombre recto, reposado a quien se recurrió en momentos difíciles.
Don LUIS MORENO PAZ fue constante y de mucha rectitud. Don Luis
carrasco Olmedo un Comandante de muchos méritos,
era un hombre que acrisolaba todas las virtudes, recto, estudioso y
temerario, ya que pese a que en sus últimos años, estuvo
afectado por una enfermedad incurable, jamás dejó de cumplir
la difícil misión que se le había encomendado.
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